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Nena Daconte, “En qué estrella estará”.
Cn.
Transcribo las anotaciones rápidas tras la última cita de aquel año 2006. La canción se había estrenado pocos meses antes.
Transcribo las anotaciones rápidas tras la última cita de aquel año 2006. La canción se había estrenado pocos meses antes.
“Era un sábado 23 de diciembre, víspera de Nochebuena. Hubo un
chat con ella el viernes a ultima hora de la noche, después de que María la casada
me cancelara la cita. Yo estaba deseando quedar con alguien, se lo propuse y
aceptó. La foto no estaba mal, y no parecía tener más de 35. Me dio teléfono y
dirección y ya quedamos para el día siguiente a las 22h. El sábado por la tarde
la llamé y no contestó hasta ultima hora, casi anulando, pero finalmente la
convencí y fui a recogerla. La dirección era en un barrio de Rubí con muy mala
pinta. Esperé diez minutos aparcado frente a su portal, y finalmente
apareció. No estaba mal, rubia, pelo largo, delgada, atractiva sin ser
deslumbrante.
El trato enseguida fue cordial, me regaló un libro nada más subir
al coche, un detalle, referente a algo que habíamos hablado en el chat, no
recuerdo. Yo había reservado en Club13, en la Plaza Real. Durante el trayecto
en coche me contó sus orígenes, padres
separados, vida extraña en diferentes países, Grecia, Egipto... Un hijo de siete
años que llegó de penalti cuando se estaba separando…
Bueno, ella hablaba sin parar, no supo ni en qué trabajaba yo
hasta el segundo plato. El Club13 me pareció cutrillo pero en la segunda planta
había mesas redondas rodeadas de cojines, se cenaba allí estirados en plan
relajado, no era mala idea. Ella habló toda la cena y poco a poco se la iba
notando muy relajada y a gusto allí estirada junto a mi. Al lado habia un grupo
de cuatro cuarentonas que según ella no me quitaban ojo de encima, lo cual tomé
como un cumplido.
Acabó la cena y seguíamos allí de cháchara, por mi ya estaba bien
puesto que estar allí acostados prometía bastante y en ningún otro sitio estaríamos
mejor, aunque había demasiada luz para mi gusto. Pedimos dos tónicas y
aproveché que hablábamos de masajes y de que ella tenia dolor de cabeza para
tocarle la frente y empezar un masaje facial (bastante torpe). Pero ella lo
aceptó sin problemas y hasta parecía gustarle, de modo que después de acariciarle
el rostro un ratito me acerqué (tenia los ojos cerrados y le hice masaje de párpados
también) y le besé los labios… No puso ningún inconveniente asi que nos besamos
largamente, pasando de las cuatro mironas de la otra mesa. Estuvimos así un buen rato con diferentes
besos y recostados uno en el otro hasta que se hizo evidente que estaba a
gusto, de modo que después de dorar un poco la píldora le dije que quería
hacerle el amor… Ella dijo que su casa
estaba desordenada, asi que implícitamente estaba sugiriendo la mía. Nos fuimos
sin volver a mencionar el tema, y yo me dirigí directo hacia el coche, conduje
hacia mi casa sin volver a preguntar nada. A medio camino ella preguntó que a
donde íbamos y le dije “a mi casa”, se rió y dijo que ya lo sabía.
Bueno, en casa encendí velas y nos sentamos en el sofá. Empezamos
a besarnos, dijo algo de la curva de la espalda y le hice tumbarse boca abajo. Empecé un masaje de espalda sobre la ropa,
luego bajo la ropa, le desabroché el sujetador… Le sugerí usar crema de masaje, aceptó, de
modo que fui a buscarla y le quité la camiseta, quedando desnuda de cintura
para arriba. Yo también me desnudé así y le hice el masaje de espalda.
No recuerdo si le toqué entonces los pechos, que eran muy grandes
por cierto. Después de muchas caricias y algún beso y acabado ya el masaje de
espalda metí la mano por debajo para desabrocharle el pantalón, ella se dejó
hacer así que le quité los pantalones con su ayuda, llevaba un tanga negro y
tenia un culo bastante bonito, a pesar de sus piernas no eran especialmente
largas. Le hice el masaje de piernas y pies, y después le acaricié la
entrepierna y empecé a besarle las
nalgas… Metí la cara entre las piernas y le chupé el coño apartando el tanga.
Ella se dejaba hacer todo sin ningún problema y sin tomar iniciativa. Le di la
vuelta y le comí el coño por delante un buen rato, luego le quité el tanga. Le
comí todo, el culo incluido, le gustaba pero no parecía acercarse al orgasmo,
asi que lo dejé estar, me desnudé y le acerqué el pene a la boca para que me lo
chupara. Así lo hizo un buen rato, se puso de rodillas y se dedicó a
chupármela, lo hizo muy bien. Le pregunté si quería condón y dijo que si estaba
sano cap problema asi que se la metí a pelo, por delante, yo de rodillas y ella
encima, nos besamos y empezamos a follar con entusiasmo. Hicimos todas las
posturas, hasta finalmente ella encima. Yo ya me había puesto un condon y no me
corría, ella tampoco, sugerí ir a la cama y allá fuimos pero ahí perdí la
erección, ella estaba cansada también. Decidimos meternos en cama sin hacer
nada más, yo me di una ducha. Descansamos un rato y luego volvimos a empezar.
Ella estaba cansada pero yo quería correrme, lo hice finalmente
metiéndosela desde atrás, ella colaboró en todo momento, yo eyaculé un montón
de semen.
Bueno no recuerdo muy bien el orden.
Por la mañana echamos otro polvo también larguísimo, recuerdo
varios detalles: cuando me la chupaba combinaba dedos y boca, muy bien, pero no
quería que me corriera en la boca. Hicimos un 69 yo encima, estuvo bien. Le metí dos dedos en
el coño y otro en el culo simultáneamente, creo estando ella boca abajo, y con
el meñique intentaba frotarle el clítoris. Vaya, le gustó pero no se corrió.
Al orgasmo llegó por la mañana, estando ella encima y yo con el
condón. El condón nos hizo perder el ritmo un par de veces pero finalmente ella
lo encontró y llegó a correrse sentada sobre mi. Yo le clavaba las uñas en las
nalgas, le gustaba, y procuraba decirle algunas guarradas para que acabara de
excitarse, mientras contemplaba sus grandes pechos oscilando frente a mi cara. Cuando llegó al orgasmo se estremeció, con
grandes gemidos, estuvo muy bien.
Luego se tumbó y tras
dejarla descansar unos minutos la follé, ella tumbada primero de lado y luego
boca abajo, simplemente tumbada, entraba muy bien, me sorprendió, supongo ella
levantaba un poco el culo para que entrara bien, me dediqué a bombearle con
furia mirando como entraba mi polla entre sus nalgas, después de un buen rato
así me corrí…
Nos duchamos y desayunamos, era 24 de diciembre por la
mañana y yo tenía compromisos familiares. No íbamos mal de tiempo, pero bueno
sutilmente le metí un poco de prisa y la llevé a Rubí. Ella se mostró
agradecida… Quedamos que ya nos llamaríamos,
después de fiestas."
En qué estrella estará...
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