martes, 17 de noviembre de 2020

Amores crepusculares. (II)

 Gerona. 


Después de  algún breve chat quedamos en su ciudad, Gerona, un miércoles de enero por la tarde.

Edad, cincuenta y pico. Son muchos años pero de nuevo la sequía me impele a aceptar la cita... Las fotos son aceptables. 

La espero en la calle. Se acerca una mujer que se me queda mirando, deduzco que es ella.  Poco parecido con las fotos, que claramente son de hace siete años.  Pelo liso, algunas arrugas, representa perfectamente sus 54 años. Resignación. 

Andamos un poco y me lleva a un bar de vinos agradable. Pedimos dos copas y una tabla de  quesos de la región.  Hablamos un rato de vida, niños, separaciones y meetic. Es agradable, seria. Bastante desilusionada, no le gustan los tíos que ha conocido. Algún rollete, pero los que le gustan no la llaman, claro. Yo no la veo atractiva, sosita de cara, ojos pequeños y labios finos.  Delgada, eso sí.  Se levanta al baño, observo sus pantalones, unas piernas estilizadas y un culo contorneado. 


La noto a gusto conmigo, pero yo no doy pie a nada. Pedimos otra de vino,  hay cierta complicidad verbal. Miro el reloj, las 21.30 y pido la cuenta, pensando en largarme. Ella se adelanta y paga, 25 eur.  Me dejo invitar. 

Salimos del bar y no me atrevo a decir que me largo, pero tampoco sé de qué más vamos a hablar en la posible cena. Por otro lado me jode coger ya el coche de vuelta, y dar la noche por  perdida. 

Ella propone dar una vuelta por las callejuelas del casco antiguo.  Me lleva hasta un rincón pintoresco con una escalera medieval.  Me explica cosas de la historia de la ciudad, acercándose mucho, es evidente que le gusto, descaradamente. Y yo pienso en volver a casa solo y aburrido  y pienso "54 años, vale, pero no está tan mal, es delgada… ¿Cómo será hacerlo con una mujer mayor, como tantos chicos jóvenes lo hacen?.  Nadie me conoce en Gerona y a quién le importa con quién me acuesto, no es una conquista para enorgullecerse pero un polvo es un polvo... Una experiencia sexual vacía es mejor que ninguna experiencia, como decía el maestro Allen". 


Me pregunta “- Qué quieres hacer?”. Sonrío, le acaricio la cara y le digo, “Esto”  - y la beso. Se ríe y se deja. Me besa a mi también. Me dice que sé besar, que ya lo debo saber…Sí, lo sé.


Me pregunta otra vez, “ - ¿Dónde te gustaría ir?”  y le digo que a su casa. Se ríe, pero acepta. Insiste si  quiero comer algo, digo que sí, pero otra cosa.  Se ríe.  Nos besamos otra vez y vamos caminando al coche, ya de la mano. 


Subimos a su casa, un piso céntrico. La beso en el ascensor. Entramos en el piso, me sorprende mucho la decoración y la amplitud. Es moderno, con estilo, muchos cuadros y algunas esculturas, precioso. Cocina de diseño espectacular. 


Nos sentamos en el sofá, algunos besos, le pido una copa y que ponga algo de música. En la cocina hacemos un gintonic para mí  y  una caipirinha para ella.  De nuevo en el sofá, besos largos, le empiezo a meter mano. Espalda, torso. Le desabrocho el pantalón. Se lo quita. Zapatos y calcetines. Le acaricio un poco y ya le quito las bragas. Ella se va riendo un poco avergonzada. Yo voy sobre seguro, sé que le gusto y que está encantada de que le haga un favor. 


Bueno allá voy. Le beso un poco el vientre y los muslos y ya le como el coño. Lo tiene casi depilado, muy poco vello. Olor a sexo, pero agradable. Se humedece. Le hago un cunilingus "standard" sin lamer profundamente, sólo clitoris. Introduzco un dedo en la vagina, luego dos. Pronto empieza a gemir. Tarda unos minutos y se corre, incluso dos veces diría yo. Jadea suavemente. 


Bueno yo considero que ya he cumplido. Aún estoy vestido, ella desnuda de cintura para abajo. Me quito zapatos y pantalones, pues no la veo a ella muy decidida,  pero yo pienso "cobrar el servicio".  Me desabrocho la camisa, ella sentada en el sofá, me quito el slip. Me coge la polla, sin apenas erección, yo le ayudo un poco y le busco la boca, se la mete. Va creciendo, le marco yo el ritmo despacio y ya crece del todo, le penetro la boca lentamente hasta el fondo, ella colabora. Le cojo la cabeza y me muevo lentamente, recreándome. La saco y hago que me chupe el pene y luego los huevos. Estan bien depilados, así que le gusta,  se aplica un buen rato a comérmelos. Tras un rato así la tumbo en el sofá. Se la meto otra vez en la boca, de lado.  Ya busco condón y me lo pongo. 


La penetro por delante sin mucha ceremonia, la saco, vuelvo a entrar. Ella disfruta… Le separo las piernas, se las levanto arriba, y la follo un rato así, abierta.


“- No te esperabas acabar así la noche” – le digo, mirándola a los ojos, con mi polla clavada en su interior.

 “- No…” - contesta ella.


 Le digo algunas guarradas más, para acentuar el morbo de la situación. Al rato le digo que se dé la vuelta. Se arrodilla en el sofá, y yo de pie la penetro por detrás. Así estamos un rato largo. Al ir cambiando de posición, buscando que saque bien el culo, pierdo bastante erección. Cosas de la edad. Sigo bombeando bastante rato, recupero una erección aceptable pero veo que me será difícil correrme. Me quito el condón y le pregunto si puedo metérsela sin, no pone muchos reparos. Casi he perdido erección del todo pero recupero penetrándola. Me concentro,  la saco y le digo que me de la boca, dice que no, bueno, es comprensible. Sigo yo con la mano y me corro sobre su espalda, agotado y satisfecho. Me derrumbo en el sofá, ella se va al baño. Luego me ducho yo. 


Los dos estamos satisfechos, sonrientes. Yo un poco desconcertado, no sé, de repente pienso que he basado mis relaciones en la búsqueda de una mujer perfecta y al final resulta que todos los cuerpos son iguales y disfrutas igual. Ya no necesito exhibir conquistas ante nadie, ni tampoco ante mí mismo.

 

Por otro lado, ha sido una sensación extraña, dominar la situación, saber que sólo tenía que  proponerlo y que ella aceptaría tener sexo, encantada. No tener la sensación de tener que ganármelo como habría sucedido con una mujer más joven y atractiva.

 

Charlamos brevemente, me visto, me despido con besos y caricias. Estamos de pie junto a la puerta, yo ya vestido y ella cubierta sólo con la toalla. La beso deslizándosela hasta el suelo, la dejo desnuda de pie mientras la magreo,  recreándome en mi dominio sobre ella. 


Salgo a la calle, camino hacia el coche, un tanto turbado, divertido y sorprendido de cómo ha acabado la noche.


De vez en cuando, la vida... Como en los viejos tiempos…


martes, 10 de noviembre de 2020

Amores crepusculares (I).

Kiev.


Mi última etapa en Meetic tuvo lugar cuando yo ya había cumplido 52 años. Es decir, me había adentrado ya sin lugar a dudas en la “edad madura”.


De todos es sabido a estas alturas que el mercado de las citas en internet se rige, por lo general, por reglas simples. Tanto ofreces, tanto obtienes. Ser mayor de 50 años, por tanto, te sitúa automática e inexorablemente en el sector marginal del mercado. Y si ya de por sí la competencia es feroz estando en la cresta de la ola, os podéis imaginar lo que cuesta labrarse un hueco en la periferia.


Aún con todo, algo más había cambiado en la red desde la última vez que estuve por allí, porque incluso falsificando edad y fotos, conseguir una cita prometedora resultó ser tarea harto difícil. 


La verdad es que no conseguí entender la razón para esa carencia de resultados. Posiblemente tuvo mucho que ver el hecho de que yo mismo ya estaba bastante desengañado, desanimado y desmotivado para proseguir con afán una búsqueda que ya se había prolongado demasiados años. A veces no nos damos cuenta, pero la energía interior  -y su carencia- se transmite a nuestros actos, actitudes y expresiones, y ello se traduce en el éxito o fracaso de nuestros planes.


El caso es que tardé varios meses en conseguir una nueva conquista. Por fín llegó, la número treinta y cinco, en la forma de una bella mujer ukraniana de 44 años, llamémosle K.


La cita fue en un pequeño restaurante cerca de la Via Augusta, a mediodía. Yo nunca había sido partidario de citas a mediodía, ni tampoco de citarme con extracomunitarias, pero como he dicho antes, no estaba mi agenda para andar con muchos remilgos. 


La chica hablaba bien el español, llevaba más de diez años en España y tenía un negocio propio de estética en el centro de Barcelona. Sin ser una belleza espectacular, pasaba el filtro con holgura. Su conversación era agradable, de hecho hacía gala de una interesante educación adquirida en  los tiempos soviéticos, y el conjunto me resultaba de un exotismo excitante. 


Prolongamos la sobremesa un rato y ya adentrada la tarde le propuse continuar con una copa. Aceptó y la conduje a una discreta coctelería de la calle Mallorca que tiene un apartado rincón con sofás muy adecuado para parejas que desean cierta intimidad. 

A K. le gustó el local y ya con las copas servidas empecé las clásicas maniobras de tanteo y derribo. Sus defensas aguantaron hasta el segundo gin tonic y luego ya nos pasamos un buen rato comiéndonos la boca y algo de magreo. A las 8 de la tarde cambiamos de local por una sala de jazz, y ya de noche le propuse hotel pero se ve que era de la cofradía del Not On The First Date y la acompañé hasta su casa en el Poble Nou.

La segunda cita transcurrió de forma parecida, cena y copa. Curiosamente el polvo se frustró porque al preguntar en un hotel del Barrio Gotico por habitaciones, en recepción me exigieron documentación mía y suya, ella no la llevaba encima y no quisieron admitirnos. Ella no quiso ir a otro hotel, de modo que la acompañé de nuevo a su casa. Como premio de consolación,  tras el magreo de despedida en el coche me obsequió con una breve pero voluntariosa mamada... Aunque no llegué a correrme, di la noche por bien empleada.


En la tercera cita tiré la casa por la ventana y la llevé directamente a un hotel de lujo. Antes de cenar  le propuse subir a la habitación para “ver las vistas”…  En efecto,  al ver la habitación “se le cayeron las bragas al suelo”, literalmente. 


El polvo estuvo muy bien. Ella, como buena eslava, gemía como una loca, y fuera fingido o no, pareció pasarlo estupendamente. Yo también.


Cenamos en el hotel, y tras una copa volvimos a la habitación:


“Me meto en la ducha con ella y nos enrrollamos con el jabón. Veo que me vuelve la erección. Me arrodillo a comerle el coño bajo la ducha, gime de gusto y posiblemente se corre. Es una mujer de orgasmo fácil creo yo. Le doy la vuelta y la penetro por detrás, yo de pie y ella inclinada sobre el banco de la ducha, que tiene dimensiones apropiadas para ejecutar este tipo de maniobras con la comodidad de un cinco estrellas. Unas embestidas con cuidado de no correrme, y ya nos secamos. “Aun no he acabado contigo...” - le digo. 


Le indico que se ponga a cuatro patas sobre la cama, mirando al espejo de la pared. Saco los látigos. Empiezo acariciándole con la pluma entre las piernas, deslizándola lentamente por el culo y el coño. Ella va gimiendo de gusto. Sigo con un látigo pequeño, primero acaricio y luego algunos golpes, nalgas, ano y vulva.  Cuando le doy fuerte grita y si acaricio suave gime. Va sacando el culo como una perra. Ya saco el látigo grande, caricias, golpes y  lo alterno con lamidas de culo y coño, se lo como todo…  Gime de gusto mientras va soltando tacos en ruso que no entiendo, pero me encanta la sonoridad del ruso.  "Zuka", repite varias veces. "Cabrón", dice entre jadeos...  La penetro sin condón mientras la azoto, se está volviendo loca de placer, le cojo el pelo y le estiro hacia atrás la cabeza. Ya la saco para ponerme el condón pero antes hago que la chupe con los jugos de su coño, me pregunta "qué vas a hacer" y creo que se está insinuando para que se la meta por el culo, se lo pregunto y no dice que no…

 

Me espera tumbada boca abajo, así que cojo lubricante y le meto todo el pulgar en el culo, metiendo y sacando la falange para que dilate.  La veo bien dispuesta así que ya con el condón puesto dirijo el pene a su ano y empiezo a presionar. Entra sin ninguna dificultad, poco a poco y gime en ruso como una perra… Se la meto hasta dentro, ella misma jadea que le folle el culo, bombeo sin miramiento un buen rato (es el segundo de la noche) y consigo correrme. Ella no sé si se ha corrido pero le ha gustado, desde luego.

 

Luego me dice que ha sido su primera penetración anal, que era su fantasía prohibida...


 En resumen: un polvo de libro.


martes, 29 de septiembre de 2020

¡Camarero! ¡La cuenta, por favor!



Aburrido  ante su insistencia, un viernes por la tarde accedí a dar conversación a una admiradora de un tal Alessandro Safina y otros melódicos italianos capaces de hacer que mi mp3 se practicara el harakiri en un arranque de desesperación.


El caso es que tras los devaneos de rigor, me muestra la foto y  - oh sorpresa- , se muestra una rubita de pelo lánguido y figura apetecible. La foto era de perfil y algo borrosa,  pero dada la pertinaz sequía que venía padeciendo en los últimos tiempos en lo que a humedales se refiere, me dije, “qué hay de malo en dejarse querer un poco”.


 Su profesión -me informó-, propietaria de un establecimiento de estética. Lagarto, lagarto -debía yo haber pensado -, pero me cegó el brillo dorado de un tinte capilar bien aplicado.


Ni corto ni perezoso la invité a cenar, después de un largo chat en el que prácticamente sólo hablé yo. Me venció la vanidad, debo decir.


Quedamos en el Born y me la encontré allí, toda sonriente ella. A mí se me congeló al instante la sonrisa y hasta los efluvios de Carolina Herrera que había malgastado tontamente: sus 45 años reflejados con creces en cada surco de un rostro vulgar, más un marcado deje post-industrial en el habla, esto es, del cinturón industrial deslocalizado. El tinte del pelo, eso sí, en su punto.


¿Cómo puedo tener tan atrofiado mi instinto depredador tras cinco años de inactividad? Pues así es. En fin , correcto que es uno (no es la primera vez que me veo en un brete semejante), continúo la velada con ánimo de apurar el trámite lo antes posible. 


Sirven los platos. 

- Qué tiempo más loco, esta primavera, ¿verdad?

-  Y tu a qué te dedicas concretamente?  - me dice. 

Ya me da igual, me invento lo primero que se me ocurre: 

- Soy controlador aéreo. 

- Ah, seguro que te he visto alguna vez! -  y  me hace los gestos del señalero delante del avión... 

La miro y asiento con la cabeza: sí, hija mía, eso mismo...

- ¡Camarero! ¡Traiga la cuenta, por lo que más quiera!









lunes, 7 de septiembre de 2020

Doble carambola.

 

La primera cita con Mj.  resultó agradable y prometedora, aunque formal.  En la segunda, tres semanas después, la recojo junto a la Farga de Hospitalet, cerca de su casa. Lleva unos pantalones blancos ceñidos que resaltan sus piernas y un culo bien contorneado...  Melena negra y bonita sonrisa.

 

La llevo a cenar al Salon, en el barrio Gótico. Le gusta el sitio y la cena. Charla animada, mirándonos a los ojos. Pago la cena y nos acercamos al Paraigua. En esta época es un local de territorio guiri, pero los grupos que tocan son buenos y, lo más importante, hay sofás para sentarse cómodamente juntos.

 

Ella pide un gintonic, buena señal. Hablamos un rato de música y bandas, y finalmente traen los gintonics.  Me dice que se siente a gusto, con lo que ya no espero más y uso la clásica fórmula de probar su gintonic en sus labios...

 

Seguimos un rato explorando labios y lenguas. Me dice que beso muy bien… Ya, ya lo sé. No es la primera que me lo dice. Respondo con la también clásica fórmula de que también hago muy bien los masajes...  Se ríe.

 

Al rato salimos del local. Dice que no quiere callejear más. Le pregunto si le apetece el masajito. Dice que sí.

 

A 180 por la autopista desierta. 


Llegamos a casa, enciendo velas y música.  Cuando sale del baño dice que le gusta la habitación. La beso y se deja quitar los pantalones y camiseta. Se tumba sobre la cama boca abajo. Yo también me desnudo y le hago masaje de espalda unos minutos, luego deslizo sus bragas por sus piernas y continúo el masaje, nalgas, piernas, pies. Le chupo los dedos de los pies y gime de gusto. Subo para lamerle el coño pero no me deja. Se da media vuelta, ya excitada. Le como los pezones mientras exploro su coño con dos dedos. Está ya muy húmeda. Le toco el punto G y gime cada vez más excitada. Ya cambio postura para acercarle la polla a la boca, se la come sin dudar. Lo hace muy bien, hasta dentro, y sabe alternar dedicándose al glande y también a los huevos.  Me recreo un rato en el asunto.

 Me pongo un condón y la penetro por delante. Mentalmente me anoto el número correspondiente. La 30.  

 Gime al metérsela. Follamos asi un rato, le levanto  las piernas. Como es delgada puede subir la pelvis, estamos un rato asi, ella gime con intensidad varias veces y al final pongo sus piernas sobre mis hombros, bombeo fuerte, ella intensifica sus gemidos, a punto del orgasmo, y yo me dejo ir.

 Descanso.  Abrazos, sonrisas. Dice que soy un maestro…  Bueno, no es para tanto. Todo es relativo en esta vida. 

Dice que le recuerdo a Jack Nicholson. 


 La llevo a casa y me vuelvo a dormir. Son las 4.30.  Mañana he quedado con Mr.

 

Me levanto a las 10 y  quedamos a las 12. Ordeno un poco la casa por si acaso pero no tengo muchas expectativas con Mr.  Estuvo tan seria y correcta en la primera cita…

 

Llega un poco tarde, aparece tranquila, con su sonrisa de ojos claros. Definitivamente es una mujer hermosa a sus 45 años.  La llevo en coche a Vilanova, a navegar en velero. Apenas hace viento. Ella  no ha navegado nunca así que hago un paseo corto y vuelvo a puerto por si acaso se marea. Ella dice que le gusta pero se expresa con tanta calma y corrección, con flema británica diría yo, que no acabo de ver feeling.

 

Sin embargo parece estar a gusto.  La llevo a comer al paseo marítimo. Pagamos a medias. Hablamos de igualdad de género, discriminación positiva, polemizamos un poco. Conversación tranquila y civilizada. Demasiado tranquila y civilizada. Pocas risas, sigo sin ver feeling. Pienso en ello mientras voy al lavabo. Hay poco que hacer.

Salimos del restaurante, propongo un paseo por la playa, ella pregunta si tengo prisa.  Digo que no. La paciencia es la mejor virtud del cazador...

 

 Vamos al coche a renovar el ticket y le digo si le apetece un café en mi casa. Ella objeta que si llevo a casa a todas, le digo que nooooo…   que con ella es todo diferente.

 

Para mi sorpresa, acepta ir a mi casa. En el coche suena George Michael. Ella me pide música animada, y se pone a bailar en el asiento… ¿esto se anima…?

 

Entramos en casa, le gusta la decoración. Vamos a la cocina y voy haciendo el café. Estamos los dos de pie apoyados en el mármol, cerca uno del otro.  Está claro que ella está a gusto, yo me acerco un poco y ella no se aparta, sobran más palabras.

 

Beso largo largo largo largo…  boca, cuello, le digo que me gusta su perfume, dice que no lleva, pues mejor aún… delicioso olor corporal.  Le subo un poco el jersey, beso su abdomen liso, intento desabrochar pantalones, a ver hasta dónde llego…

 

 Dice que no tan rápido,  ok sigo besando y le quito jersey, se deja, bonito sujetador, bonito pecho, bonita piel. Uff me esta gustando y la verdad no me esperaba triunfar hoy.  Me quita ella la camiseta… y parecía tan seria…  Le sugiero masaje y vamos a la habitación, ella ya sin jersey.  De nuevo le gusta la decoración….  enciendo velas , música. Sigue sin querer quitarse los pantalones, se tumba en la cama boca abajo, hago masaje de nuevo… Se repite la escena de anoche,  todo tiene un aire un tanto irreal, como si estuviera  dento de una película.

 

Desabrocho sujetador.  Yo me quito pantalón, por comodidad, ya solo slip.  Voy intercalando besos en su piel desnuda. Dejar fluir, quiere ir despacio. Se da la vuelta, quedan sus pechos al descubierto. Beso sus pezones  suavemente y ahí ya empieza a flaquear, a excitarse. Meto mano bajo pantalón por detrás y se va calentando, ya acepta pantalones fuera, también bragas…

  

Me tumbo encima de su cuerpo desnudo,  caricias ,abrazos, le beso los pezones y  busco su coño con los dedos por detrás. Está húmedo, exploro lentamente, introduzco un dedo, gime de gusto,  insisto unos minutos  y jadea,  a punto de correrse...   Me quita el slip. Intento que me la chupe pero no quiere y tampoco me deja que le chupe yo el coño. Vaya por dios.  El mismo bloqueo que Mj.  anoche…

 

Dedico mucho rato a contemplarla mientras la acaricio, repito el masaje de espalda.  Tiene un cuerpo precioso, tetas grandes, un culo sin un gramo de celulitis, una preciosidad.

 

Después de que casi se corre con los dedos le digo que quiero hacerle el amor y me dice que si. Es flipante, dos en 24 horas… esto no me pasa todos los días.  Ya cojo un condon y de nuevo le pido que me la chupe, accede. No lo hace tan bien como MJ,  pero el goce psicológico es indescriptible.

 

Me pongo el condón y la penetro por delante. La 31...  


Ella gime de gusto. Bombeo un rato, se excita, le levanto las piernas y eso no parece gustarle. Seguimos un rato pero veo que ha perdido el punto. Le pregunto  si prefiere ponerse encima.

 

Me tumbo boca arriba y  ella se introduce mi polla y empieza a moverse, es un placer verla cabalgarme, se inclina hacia delante y mueve el culo, le agarro las nalgas, esto es el cielo, es una de las mujeres más bellas que he follado.

 

Se mueve con movimientos amplios y al final se acaba saliendo bruscamente. Bueno, me dice que siga yo, que se ha pasado de vueltas… La pongo boca abajo, le hago levantar el culo y la penetro desde atrás. Tras un rato bombeo con furia y acabo agarrando su cabellera, estiro su cabeza hacia atrás al tiempo que le sujeto ambas manos en la espalda mientras la penetro...  el placer de la dominación...  me corro.

 

Ella no ha llegado. Le pido excusas, me pregunta educadamente si la he montado a gusto, me río de su punto irónico. Es sarcástica y burlona, tiene peligro… lo mismo me acaba gustando de verdad. 


Dice que ha sido por ella, que estaba cohibida, que todo le parecía muy extraño, no esperaba acabar el día así, que apenas nos conocemos… pero que no me preocupe, que ha estado muy bien y que ella es de orgasmo fácil…

 

Ha quedado a cenar con unas amigas. La llevo en coche hasta donde ha aparcado el suyo.  Nos despedimos, ella de nuevo se muestra serena, inalterada, sin perder las formas.

 

Me dice que le recuerdo a…  Jack Nicholson.  

 

Me quedo un rato en la playa. Necesito contarle todo esto a alguien.  Empiezo a asustarme ante estas maniobras del destino.


(Octubre 2013)



viernes, 4 de septiembre de 2020

Trece

Mi cita número trece fue con una preciosa galleguiña rubia de ojos azules y esbelta figura. No me creí mi buena suerte al verla junto al cine Casablanca. La invité a cenar allí mismo en el antiguo restaurante Fernandez, donde más tarde se instalaría Paco Perez.

Después de cenar aceptó tomar una copa, caminamos hasta el Salambo, junto al cine Verdi. Allí nos relajamos más y me atreví al beso. Ella respondió y yo repetí varias veces, cada vez más esperanzado en seguir progresando hacia el objetivo. 


Al rato volvimos paseando hasta el Paseo de Gracia donde yo había aparcado el coche. Le hice varias proposiciones sin éxito... Al final conseguí sentarla sobre mis rodillas en un banco de los jardines Salvador Espriu, sosteniendo su cuerpo etéreo por la cintura, pero no hubo manera, dijo que no tenia la “hormona subida”. Nos despedimos amigablemente, yo confiando en una próxima cita. 


Pero ay! ella no quiso más contacto, ni chats ni sms siquiera. A los pocos días le envié una carta desesperada, me contestó dándome las gracias y nunca más se supo.

 

Al parecer estaba enamorada de un tipo que la había dejado, alguien que trataba con modelos. También me contó que nunca había tenido un orgasmo con un chico, a pesar de haber probado unos cuantos (veintitantos dijo).


Bueno una lástima... No se, quizá habría resultado ser  una mujer problemática, pero yo habría besado el suelo que pisaba... Estaba buenísima y la conversación estuvo muy bien. Incluso le gustaba navegar y todo… 


Fue la demostración de que esas mujeres existen… y de que por lo general no me hacen ni puñetero caso:


Hola M.

 

Este mail es una solemne tontería....    más aún, es justamente lo que todos los manuales del buen seductor dicen que jamás se debe hacer.... . Pero en fin, visto que las artes clásicas se han revelado inútiles y que tú te muestras recalcitrantemente inmune a mis encantos...... pues de perdidos al río......


Bueno, ya imagino que estarás pensando “De qué va este tío”....  En fin, ciertamente no suelo yo hacer estas cosas, dar la tabarra y tal.  Pero claro tampoco se encuentra uno todos los días una chica como tú en el camino....

 

Tan sólo quería decirte que tardé muchos dias en reponerme de la impresión tan favorable que me causaste en nuestro ya lejano encuentro. Que no consigo olvidarte del todo, y que cuando pienso en buscar pareja o relaciones o similares, pongo tu recuerdo como referencia. Quiero sentir por alguien lo que  empecé a sentir por ti aquella noche.  Ya sé que solo fueron unas horas y que pocas conclusiones podrían sacarse de aquello....   aparte de que no conseguí  “despertarte las hormonas”, como tú dijiste....

 

Yo comprendo que yo no me parezco a lo que tú puedas estar buscando.  Ni mi situación, ni mi físico ni probablemente mi personalidad encajan en el modelo ideal de hombre que imagino que buscas.  Poco puedo añadir a eso........ Me conociste y me evaluaste.... Me dió la sensación de que no me suspendías, pero que la cosa no pasaba de un aprobado justito.......

 

Por mi parte, quería que supieras que la conexión, la complicidad, la compatibilidad de personalidad, el bagaje cultural común  y desde luego la atracción fisica que sentí por ti  me parecieron un cocktail dificil de olvidar.... Algo por lo que estaría dispuesto realmente a luchar, algo que siento me generaría el suficiente entusiasmo como para poner por fin mi vida en movimiento.........

 

Y te lo escribo porque me parecía un tanto absurdo que no supieras con certeza el efecto que me habias causado.

 

Sé también que quizá me equivoco, que aquello fue solo una primera impresión y que es posible que no seamos compatibles en absoluto. Que quizá nuestras profesiones son dispares, igual que nuestros intereses. Es posible, pero no me importaría nada comprobar si es cierto o no.

 

Por último, y por despejar una sospecha razonable que posiblemente te asalte, asegurarte que no es únicamente la atracción física lo que me mueve.  Que aún mantengo en ese sentido la última relación que tenía, pero que es una relación herida de muerte, pues hace tiempo que perdí el entusiasmo por ella.

 

Bueno. Ya supongo que todo esto te importa un comino, y lo comprendo perfectamente.

No es necesario que contestes si no quieres.......... Yo simplemente no quería callarme y quizá dejar pasar algo que valdría la pena........

 

En cualquier caso, te deseo mucha suerte, vientos favorables.....  y lots of fun!

Ah! Si coincidimos en algun chat, no temas que no me pondré pesado.........

 

Un beso,


 


eve_  dice:

hola.....??

yo  dice:

hola

eve_  dice:

queria agradecerte el mail que me enviaste hace unos dias...

eve_  dice:

me encanto!

yo  dice:

ok... pensé habias decidido ignorarme

yo  dice:

te agradezco tu respuesta...

eve_  dice:

no, no soy asi aunque lo pueda parecer

yo  dice:

me pillas un poco de sorpresa...

eve_  dice:

ya me imagino

eve_  dice:

pensaba escribirte un mail en respuesta, pero ya que estas x aqui..

yo  dice:

bueno, siempre es un placer reencontrar a los viejos amigos...

yo  dice:

en fin, si mes no, fue una noche agradable

yo  dice:

q te cuentas de nuevo?

eve_  dice:

si, fue una noche agradable y me encanto la cena!!

eve_  dice:

pues no muxo

yo  dice:

sigues con las monjas o te has mudado a casa de tu amigo?

eve_  dice:

sigo con las monjas...

yo  dice:

jajaj

eve_  dice:

lo de mi amigo parece que va para largo

yo  dice:

es lo q tienen estas cosas....

eve_  dice:

si

eve_  dice:

pero estoy bien, la verdad

yo  dice:

a este paso te podras instalar antes en mi barco....

eve_  dice:

ya te digo!!

eve_  dice:

un poquillo humedo, quizas

eve_  dice:

como estas tu?

yo  dice:

sin desgracias adicionales al mal de vivir..........

yo  dice:

no, bien, vamos tirando

yo  dice:

llevo unos dias de vacaciones,

yo  dice:

ando pensando si retomar las clases de guitarra

eve_  dice:

hombre! enhorabuena!

eve_  dice:

seran muxas cosas ya...oi?

eve_  dice:

jajaj

yo  dice:

en fin, qui dia passa any empeny, que dicen los catalanes

eve_  dice:

si, ya lo he oido, si

yo  dice:

ui q va, aun me keda tiempo para andar de ligue por ahi

eve_  dice:

jajajajajajajajajajajajajaj

yo  dice:

por cierto, qué haces esta noche......

eve_  dice:

he quedado...

yo  dice:

vaya por dios

yo  dice:

ahora q te tenia en el bote....

eve_  dice:

ultimamente tengo muxa cita....

eve_  dice:

y ya me va bien, se piensa menos

yo  dice:

no me extraña, preciosidad......... 

eve_  dice:

que tonto...

eve_  dice:

graciaaaas!!!!!!!!!!

yo  dice:

venga venga, q debes tener los oidos mas q regalados

eve_  dice:

no te creas, no

eve_  dice:

una no es lo mismo en verano que el otoño...

eve_  dice:

cambia hasta la expresion de la cara

yo  dice:

a mejor??

eve_  dice:

no, a peor....claro!

yo  dice:

pues nada, que si quieres q alguien te regale los oidos, ya sabes donde me tienes

eve dice:

 

yo  dice:

siempre a tu disposicion para elevar la moral lo q haga falta

eve dice:

ando perdidilla, sabes?

yo  dice:

y eso?

eve dice:

bueno, no busco, no busco....

yo  dice:

no sabes q hacer con tu vida, y esas cosas?

eve dice:

entro y salgo del meetic...

eve dice:

no, no es eso

yo  dice:

ya, q el mundo de las citas puede ser desesperante verdad?

eve dice:

creo que es mas bien que "redirijo", como se dice en etologia

eve dice:

no

eve dice:

redirijo sin buscar porque sigo esperando a mi ex...

eve dice:

va a ser eso

yo  dice:

ah... entiendo

eve dice:

y mi paso por el meetic se esta convirtiendo ya en estereotipia..

eve dice:

definición:

eve dice:

"conducta repetitiva, invariable y sin función aparente.."

eve dice:

no se si sabes por donde voy

eve dice:

bah, ya se me pasara

yo  dice:

si creo q te entiendo

yo  dice:

tengo q dejarte ahora

eve dice:

vale

yo  dice:

seguimos en contacto ok?

eve dice:

muxosss besosss

eve dice:

ok!

yo  dice:

y si te apetece una cena ya sabes

eve dice:

ok

yo  dice:

tomorrow may be?

eve dice:

tomorrow date again,

yo  dice:

mira q eres dificil eh......?

eve dice:

soy un coñazo, tu

yo  dice:

si si, no veas

eve dice:

sorry

yo  dice:

no, lo malo es q entonces soy yo el que se convierte en coñazo.....

yo  dice:

mira, ya sabes q cuando quieras solo tienes q mandarme un sms ok?

eve dice:

valeee,

yo  dice:

venga pues

yo  dice:

un besooooooooo

eve dice:

dew, cuqui

yo  dice:

ciao

 

 

 

 

 

 

En fin, ya lo véis...  Pierdo la compostura ante las mujeres que me fascinan. 


Aún así, no puedo quejarme de mi suerte. Hay más números después del trece...