The Cranberries. Zombie.
E.
Edad: 32
años.
Estatura: 164
cm
Peso: 53
Kg.
Situación: No casada nunca.
Color de ojos: Avellana
Color del cabello: Moreno
Silueta: Deportiva
Signo del zodiaco: Tauro
Nacionalidad: Española
Matrimonio: No es indispensable
Matrimonio: No es indispensable
Tiene hijos: Ninguno.
Nivel de estudios: Licenciado o superior.
Nivel de ingresos: Lo guarda para ella.
Aspecto físico: Un verdadero cañón!
Martes 12 de diciembre 2006
El dia anterior ya me preguntó a qué hora
salía del trabajo así que la cosa parecía a punto. El lunes por la mañana yo había
estado con Sd. y había dormido poco así que el lunes no quería yo quedar. Quedamos
frente al Casablanca, aún existía por entonces aquel cine de V.O. que tantos
buenos recuerdos me traía.
La vi acercarse por la acera, yo iba sin
gafas y no la veía muy bien, cuando llegó junto a mí comprobé que me gustaba mucho más
de lo que había supuesto. Mis primeras frases fueron un poco torpes. Le abrí la puerta
del coche y tal… Ella se mostraba simpática y yo no estaba muy ocurrente, pero
aparte de algún silencio incómodo, todo iba bien.
Ella
ya había estado en el Pla, por entonces era un buen sitio, asi que le pareció
bien la elección. La cena fue un poco formal, pero probamos platos mutuos, y ella
bebió vino… dos detalles que no suelen fallar. Si una mujer en la primera cita
bebe alcohol es que está relajada y dispuesta a explorar… o a dejarse llevar. Y
si acepta probar comida de tu plato o que tú pruebes el suyo, es que se siente
cómoda contigo. La otra señal bastante infalible es su postura en la mesa,
inclinada hacia delante (BIEN!!) o recta y tensa sin apenas acercarse al plato (MAL!!) En fin, lo que viene siendo el lenguaje
corporal.
Durante la cena habló más ella más que yo,
lógicamente. Yo en el coche ya le había dicho que me parecía más guapa aún que
en las fotos y ella me dio las gracias, halagada. Acabados los temas de
conversación superficiales, le pregunté por su historia sentimental. Ella apenas
me preguntó nada y yo no tenia ningún interés en contarle. De buena familia de
Barcelona, había abierto su propio negocio. Bastantes contactos y buena vida
social. Deportista pero sin ser exagerada. Bastante segura de si misma, pero
menos arrogante que Y.
Mientras esperábamos el postre la
conversación decayó y la vi mirando el reloj y disimulando un bostezo, yo empecé
a temer el fracaso. No me preocupó mucho
la verdad, yo llego hasta donde llego, soy como soy y mi vida es como es, no
puedo fascinar a nadie con relatos de viajes exóticos…
Pagué la cuenta rápido, yo antes de cenar
ya había hablado de tomar una copa en el Ascensor pero al salir casi pasé de
largo… Miramos desde fuera y se veía
gente, le pregunté si le apetecía y dijo que no tenia prisa ni sueño… ¡¡Sorpresa!!
Pensé que no todo estaba perdido.
Entramos en el bar, había mucha luz, mucho
humo, y ningún asiento así que nos
fuimos, sugerí un club de jazz cercano y se dejó guiar.
No pude creer en mi suerte cuando vi que aún
estaban tocando en directo (era ya la una de la noche), una banda de blues de
siete personas. Ella dijo que le gustaba el blues… bueno la cosa se iba
poniendo cada vez mejor. Encontramos un hueco en la barra, de pie. Ella quiso
ir a pedir copas pero no le dejé y fui yo. Luego fue al lavabo. Mientras esperaba, me pasé el
rato cerrando una puerta que dejaba pasar mucha luz… Yo intuía que había posibilidades de atacar y quería
oscuridad. Volvió del lavabo y tomamos unos tragos, hablamos de música, ella
estaba próxima y se le notaba cómoda… Entonces pasó otro vendedor de rosas, el
enésimo de la noche, no lo dudé y cogí una y se la di, la pagué y le comenté a
ella que con eso el hombre estaría contento, ella dijo que ella también lo
estaba… Más claro agua así que le cogí
la mano con la rosa y le besé en los labios sin dudar. Ella aceptó de buen
grado… el beso duró un buen rato… A partir
de ahí estuvimos al menos diez minutos besándonos sin parar, y no le metí mano
porque estábamos de pie y habría sido un espectáculo, que ya debió serlo. Le
dije si quería otra copa y dijo que no, a mí sí me apetecía pero pensé que si íbamos
ya hacia su casa quizá me dejaría subir si no era muy tarde así que nos fuimos,
ya había acabado el concierto.
Salimos cogidos de la cintura y caminamos
hasta el parking así. En el parking hicimos otra sesión de besos y otra
finalmente en el coche frente a su casa. Llegué a acariciarle toda la espalda
desnuda, incluso casi le desabrocho el sujetador, y por encima de los vaqueros, ella en todo
momento colaboró, sin prisas por marcharse, pero no me dejó subir.
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Seis meses después hicimos el amor por
última vez, en su casa de Gracia, tras asistir juntos al concierto de Dolores O’Ryordan
en la sala Razzmatazz, en junio de 2007.
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