Esto es como un
sueño... O como una pesadilla recurrente y reiterativa: creo que antes estuve
aquí... No, no lo creo: ¡Antes estuve aquí! Buscaba al hombre de mi vida...
Creí haberlo encontrado y los pequeños detalles, o los "grandes
detalles" han dado al traste con una intensa y preciosa relación de algo
más de 3 meses.
¿Qué puedo decir ahora?... ¿Qué puedo pedir ahora...? ¡Nada! Entiendo, no obstante, que me asiste el derecho a seguir buscando, básicamente, porque sigo creyendo en el amor: creo en las manifestaciones más típicas y profundas de ese sentimiento mágico; de hecho, es mi motor vital: creo en la profundidad de las emociones, en la profundidad de los besos y de las caricias, en la profundidad de las palabras susurradas al oído en momentos de éxtasis y de comunión absoluta, en la profundidad de las miradas... Creo en los sueños, claro: la vida nos sorprende, de vez en cuando... Es una de sus virtudes originales, pero para que eso suceda, hay que creer en los sueños... HASTA EL FINAL
¿Qué puedo decir ahora?... ¿Qué puedo pedir ahora...? ¡Nada! Entiendo, no obstante, que me asiste el derecho a seguir buscando, básicamente, porque sigo creyendo en el amor: creo en las manifestaciones más típicas y profundas de ese sentimiento mágico; de hecho, es mi motor vital: creo en la profundidad de las emociones, en la profundidad de los besos y de las caricias, en la profundidad de las palabras susurradas al oído en momentos de éxtasis y de comunión absoluta, en la profundidad de las miradas... Creo en los sueños, claro: la vida nos sorprende, de vez en cuando... Es una de sus virtudes originales, pero para que eso suceda, hay que creer en los sueños... HASTA EL FINAL
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