Quizá esté aquí la
persona que busco, o quizá no. He visto algunos perfiles que podrían ser el
suyo. Tampoco creo que exista una única persona destinada a ser mi pareja.
Somos compatibles con un cierto número de personas, tanto más escaso cuanto más
exigentes somos. Lo que sí puedo decir es que inicié mis relaciones anteriores
sin estar convencido al 100% de que fueran lo que yo buscaba. Pero ya sabes, la
historia de la balanza, pones en un platillo lo que te gusta, en el otro lo que
no te gusta… y decides.
Esta vez quiero ver
el platillo claramente inclinado al lado favorable. De no ser así, ya estoy
bien como estoy.
La cuestión, en este
momento, es qué palabras emplear para que tú intuyas, aunque sea vagamente, que
yo puedo ser quien tú buscas, incluso aunque mi apariencia no sea de entrada la
que tú habías imaginado. ¿Difícil eh?
Cierra los ojos un
momento, detente, respira. No todo consiste en el frío análisis de unos datos.
La intuición, esas gotas de magia que destila la vida de cuando en cuando, son
las que en verdad tienen la respuesta.
¿Te decides?
Te espero… desde hace ya mucho tiempo. Pero habrá valido
la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario