U2. “One”.
M.
Una historia intensa, nueve meses de clandestinidad, de vivir la emoción de los encuentros furtivos, de vivir sin pensar, de dejarse llevar por una sensación de vértigo, de volver a vivir o quizá mejor, de empezar por fin a vivir.
Yo me daba cuenta de que objetivamente no era para tanto, pero me era imposible renunciar a ello, renunciar a sentirme vivo.
Sexualmente fue una de mis mejores amantes, nos compenetrábamos casi a la perfección. Yo tenía poca experiencia por entonces, ella me enseñó muchas cosas, por ejemplo a hacer masajes, y juntos descubrimos alguna otra.
En los años posteriores aún tuvimos algún encuentro ocasional, el clásico brindis por los viejos tiempos. Y más tarde aún, hicimos un viaje juntos ya como simples amigos, rodeados de otra gente.
Mucho después, ella se casó por fin y tuvo un hijo. Ahora vive felizmente su vida y me felicita por Navidad.
La canción de U2, “One”, sonó durante una de nuestras
primeras citas, en una habitación del hotel Arts. Un recuerdo inolvidable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario