miércoles, 29 de abril de 2020

Banda sonora para una vida (I)



U2. “One”.

M.
Una historia intensa, nueve meses de clandestinidad, de vivir la emoción de los encuentros furtivos, de vivir sin pensar, de dejarse llevar por una sensación de vértigo, de volver a vivir o quizá mejor, de empezar por fin a vivir.

Yo me daba cuenta de que objetivamente no era para tanto, pero me era imposible renunciar a ello, renunciar a sentirme vivo.
Sexualmente fue una de mis mejores amantes, nos compenetrábamos casi a la perfección. Yo tenía poca experiencia por entonces, ella me enseñó muchas cosas, por ejemplo a hacer masajes, y juntos descubrimos alguna otra.  

Finalmente se impuso el peso de las responsabilidades de la paternidad, frente a una pasión que ya no lo era tanto. Nos separamos amistosamente.

En los años posteriores aún tuvimos algún encuentro ocasional, el clásico brindis por los viejos tiempos. Y más tarde aún, hicimos un viaje juntos ya como simples amigos, rodeados de otra gente.

Mucho después, ella se casó por fin y tuvo un hijo. Ahora vive felizmente su vida y me felicita por Navidad.

La canción de U2, “One”, sonó durante una de nuestras primeras citas, en una habitación del hotel Arts. Un recuerdo inolvidable.


No hay comentarios:

Publicar un comentario