lunes, 3 de mayo de 2010

La vecina

Pues esta es una típica historia del chat, pero bueno, es mía...

Erase una vez una página de contactos en la que un servidor contactó un buen día con una señorita vecina de mi localidad.
- ¿Y en qué barrio vives?
- En tal
- Anda pues yo también
- Mira que si somos vecinos…
-
Pues sí, vivía en el bloque de enfrente, y compartía piscina conmigo.

- Pues nada que a ver si subes un día a casa a ver las vistas…

Bueno, pues hubo una cita previa acompañada de una amiga. La amiga, un poco más mayor y un tanto menos atractiva, me tiró los tejos descaradamente, medio en broma medio en serio. Ella, más jovencita (aunque no inexperta), estuvo más bien calladita y yo llegué a pensar que no habia nada que hacer. Ah, amigos, pero como bien sabéis, nunca hay que desfallecer ni perder la esperanza… Como yo digo, la vida da muchas sorpresas…

Un par de chats más tarde le propuse otra salidita y para mi sorpresa aceptó, sin amiga ni nada. En este punto de la historia puntualicemos un par de cosas. a) la verdad es que mucho en común no teniamos. Pero, b) tenía doce años menos que yo, era rubia y estaba buena como un bollicao.

Así que bueno, fuimos a cenar y luego una copa. Copio a continuación lo que escribí unos días después, es un estilo una tanto aséptico pero bueno, tampoco espero ganar el premio planeta...:

Durante la cena, frase clave, ella habia soltado “estamos aquí para lo que estamos”. En ese momento no le quise dar importancia pero ahora creo que ella lo tenia decidido ya con antelación. Total que en la segunda cerveza probé el beso y tras una breve duda aceptó, aunque se retiró pronto. No tuve que insistir mucho para poder repetir varias veces, cada vez más largos, y aunque le costaba entrar en el juego de lenguas, tampoco se negaba. Acabó el concierto y se levantó para irse. Caminamos hasta el coche, yo la cogía de la cintura sin más. Serian las 2, sugerí otra copa pero ella prefirió ir para casa. Conduje hasta mi casa. De algún modo yo notaba que ella estaba dispuesta así que sin preguntar nada meti el coche en mi parking y la llevé hasta el ascensor. No hubo allí roce excesivo que yo recuerde. Entramos en casa, ella preguntó donde estaba el baño. Yo puse música y luces tenues y salimos a la terraza, era finales de junio. Me acerqué por detrás, le acaricié los brazos y enseguida nos besamos. Aquí ya empezamos a ir más en serio, el beso fue total y empecé el magreo general. Al poco metí la mano en la entrepierna y le acaricié los pechos sobre la ropa. Su pantalón era muy ajustado así que intenté desabrocharlo. Era broche dificil y ella me ayudó, yo bajé la cremallera y le acaricié el pubis por encima del tanga. Le bajé el pantalón en la terraza y creo recordar que le besé las nalgas. Lamento decir que confundo un poco la escena con Victoria la rusa... Bueno, enseguida fuimos para adentro, ella se subió el pantalon pues lo tenia a medias. Nos recostamos en el sofa y le quité el pantalon y le chupé el coño sobre el tanga, blanco y como de seda o asi, luego le metí la lengua apartando la tela. Ella despues se metió conmigo, me desabrochó y yo me desnudé también. Enseguida se puso a chuparmela, yo recostado y ella encima, luego hicimos un 69 durante un rato, ella encima, recuerdo hundir mi cara en su culo levantado, duro y perfecto. Ella se incorporó y dandome la espalda se la metió por el coño, sin condon ni nada. Me sorprendió pero la dejé hacer, empezó a moverse y enseguida empezó a gemir, vi que yo aguantaba bien así que me dediqué a controlar la respiración y dejarla hacer a ella… Se corrió bastante rápido, luego se incorporó y nos besamos, me dijo “Soy muy egoista en el sexo”, le contesté que por mí podia utilizarme como quisiera…
El caso es que yo seguía teniendola dura asi que fui a por el condon, ella estaba sentada en el sofa, me acerqué y sin dudar se metió mi polla en la boca, yo de pie y ella sentada, muy sensual. Le acaricié el cabello rubio, muy fino y después se lo agarré con una mano moviendole la cabeza mientras me la chupaba… Al rato la saqué, le besé la boca y me puse el condón, se estiró sobre el sofa y me puse frente a ella, entre sus piernas abiertas, la moví para que estuviera cómoda y acerqué mi polla a su coño, un breve intento y la penetré de nuevo, yo tenia una pierna en el suelo, estaba medio incorporado y ella piernas levantadas y abiertas, empecé a follarla, mirando sus ojos y su cara de excitación, empezó a gemir y moverse, era obvio que le gustaba, yo diria que se corrió otra vez y entonces me corrí yo tambien, largo e intenso, muy bien…
Me habria gustado durar un poco mas y follarla por detrás pero la verdad estuvo muy muy bien y al ver su orgasmo me fue muy dificil contenerme, me di por satisfecho, una tia super joven (29) y preciosa, tiene unos pechos grandes y firmes, un culo perfecto, piernas largas y suaves y muy guapa de cara, la nariz un poquito larga.

Lo consideré un éxito total, ella comentó que le gusta “probar” a los amigos y sospecho que una vez “probado” será difícil repetir pero no imposible...



Bueno, pues imposible no fue. El caso es que nos vimos unas cuantas veces más aquel verano. En septiembre ya se echó un novio y ya perdimos el contacto.

Esos pequeños regalos de la vida...

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