viernes, 17 de julio de 2020

XV. Fragancia

Mo' Horizons,  "Brazil"

Ms. 

“Bueno pues habíamos tomado un café en septiembre, en Glories. Conversacion divertida, sonrisas, no hubo beso pero se notaba buen rollito. Físicamente no estaba mal, rubiaojosazules, figura correcta y rostro agradable, sin echar cohetes.
No hubo apenas más contacto, pues estaba P. por medio y tampoco me interesaba demasiado. El sabado 11 de noviembre S. me canceló la cita así que eran las 21:30 de la noche y yo sin plan. Estaba P. conectada y le propuse salir, lo dudó pero lo rechazó, así que probé con Ms. Me dijo que estaba con niños pero que le apetecía salir a tomar un margarita. Le dije que la recogía en una hora y aceptó.
Quedamos en la Meridiana. Apareció con falda corta y botas, no tiene las piernas muy largas pero aceptables.

Fuimos a les Gens que J’aime, ella ya lo conocía, pero bueno, yo insistí, me daba pereza ir al Mirablau que era la alternativa. La conversación enseguida entró en el tono de bromas y piques. Con R. fue similar pero yo estuve mucho más nervioso pues R. me impresionaba más. 
Ms. es inteligente y simpática, muy llana pero también activa y ha visto cosas, no es nada sosa, hace submarinismo, montaña, acupuntura, homeopatía, masajes, toda clase de terapias alternativas.

Bueno ella no tenía problema en rozarme asi que la cosa era muy distentida, hicimos bromas enseguida sobre los botones de su falda y mi cinturón. La cosa siguió así un rato hablando de “mis conquistas” en un sofá doble de les Gens, estaba muy claro que ella estaba dispuesta así que aproveché lo típico de probar su coctel en sus labios para besarla. No estuvo mal, aunque me han dado besos mejores, quizá los de P. por ejemplo.  No le metí mano porque había mucha gente pero estuvimos un rato besándonos.

De ahí fuimos al coche y Av. Tibidabo. Aparqué el coche y paré el motor, la besé y ella no puso ningún pero cuando metí mano al pecho y luego a las piernas, llevaba medias negras con goma en el muslo, por lo que ya sabía que subiendo llegaría a zonas sensibles. No puso tampoco ningún reparo de modo que me recreé un rato en nalgas, muslos y en acariciarle el coño por encima del tanga.

Después de un rato así le dije de ir a mi casa en las afueras, pero dijo que no había tiempo y le propuse un meublé. Dijo que le daba reparo por pillar algo, propuse hotel y ya no se negó, de modo que arranqué y allá que fuimos. Pregunté en dos hoteles del paseo Bonanova y al tercero encontramos habitación con cama doble. Nos registramos. En el ascensor se me arrimó. Yo la verdad estaba muy tranquilo, estaba resultando todo muy fácil.

 En la habitación la besé y ella fue al lavabo. Después la volví a besar y le desabroché la falda. Me gustaba la sensación de tenerla a mi merced, yo vestido y ella en tanga, botas, medias y blusa. Le di la vuelta y le acaricié todo el cuerpo. Le desabroché el sujetador, la tumbé sobre la cama. Tenia unos pechos bonitos, ni grandes ni pequeños, pezones rosados, pequeños y puntiagudos. Se los chupé, debian ser muy sensibles porque al morder gimió un poco. Dispersé un poco la acción por todas partes, un poco como con C., me recordaba mucho la situación. Al acercarme a su coño noté que el olor no me entusiasmaba. La besé por encima del tanga y luego lo aparté. Empecé a comérselo sin mucho entusiasmo la verdad. Subí hacia arriba, besos en cuello y tal, a todo esto me desnudé y ella tambien se quitó todo menos las medias. Me decidí por un 69, ella debajo, le ofrecí la polla y se la metió en la boca al tiempo que yo metia la cara en su coño. El sabor y olor no era de los que me gustan, pero se podía soportar, se lo comí un rato pero con prisas, sin recrearme, un poco a la desesperada. Claro así no se podía conseguir mucha reacción tampoco pero bueno, ella seguía chupándome la polla que era lo interesante.

Habia unas puertas grandes de espejo en el armario y nos veíamos reflejados a placer. Di por terminado el chupeteo y me volví para besarla, ella se colocó encima mío frotándose contra mi polla, me besó los pezones y fue descendiendo, dijo que mi piel era muy suave ¿? Nunca me lo habían dicho.

 Se puso de rodillas entre mis piernas estiradas a chuparme la polla. Yo me relajé, brazos detrás de la cabeza, y me dediqué a mirarla en el espejo. Incluso pasó por mi cabeza la idea de que era como estar con una puta, ella lo hacía todo y yo me dejaba hacer... Me la chupó un rato y después me puse el condón, recuerdo que ella se aseguró que había depósito, imagino que le ha reventado alguno.

 Lo dirigí hacia el objetivo y ella se colocó también, lanzó un gemido al introducírselo. Empezamos a movernos, hicimos todas las variaciones posibles estando yo tumbado y ella de frente, no se dio la vuelta. En cuclillas, estirada, sentada, moviendome yo, moviendose ella, chupandole las tetas, besandola, agarrandole el culo, moviendoselo, moviendolo ella. Me puso más perpendicular al espejo y dos cojines bajo la cabeza para que pudiera ver mejor su culo en el espejo. La verdad es que no recordaba haberlo hecho con un espejo así con un ligue, y la visión me excitaba mucho, sobre todo cuando ella se inclinaba sobre mi y se veia todo su culito sobresaliente moviendose arriba y abajo, metiendose mi polla erecta por el coño. Tuve que dejar de mirar en varias ocasiones porque me ponía muchísimo, en una de esas que se movió con ritmo y yo mirándolo acabé por correrme, con gran placer y sin contener mis gemidos… 

Estuvo muy bien la verdad, lástima de su olor, pues eso me hizo decidir que no pensaba continuar... ni el polvo, ni provocarle un orgasmo que obviamente ella no había tenido… ni tampoco volver a verla.

Bueno, me quedé un poco con las ganas de comprobar sus habilidades como masajista, pero no sé si vale la pena complicarse… Todo dependerá de la insistencia de las hormonas.

Conste que es un chica muy maja y muy cachonda, pero la verdad, yo estaba deseando salir de la habitación y dejarla en casa. No hay magia, sólo es una 'vecina' calentorra y simpática. 

Un beso Ms, te deseo mucha suerte.”


Bueno pues ese es el relato de la cita que escribí unos días después. 

Aprovecho para comentar el tema de los olores íntimos. Es un tema prosaico, que tradicionalmente ha dado pie a chistes de dudoso gusto. Pero lo cierto es que hay coños que huelen y saben divinamente, y otros que lamentablemente desprenden un olor poco excitante.  Y no se trata de algo ocasional, que dependa del día del ciclo u otros factores, no.  Cada mujer tiene su olor, quizá más o menos intenso según el día, pero que te atrae o no te atrae, nada puede hacerse al respecto.

 A mí me gusta el sexo oral, y lo he practicado con unas cuantas mujeres. Con la mayoría no ha habido ningún problema, al contrario, he disfrutado con gran excitación y deleite, y más han disfrutado ellas, claro…  “Tienes una lengua espectacular…”, me dijo en cierta ocasión una de mis amantes en nuestro primer encuentro sexual.

Sin embargo, hay coños cuyo olor simplemente no me atrae. No digo que sea un olor desagradable, pero a mí no me atrae. Supongo que es cuestión de feromonas.  El problema es que se me hace muy cuesta arriba continuar una relación con una mujer cuyo olor genital no me atrae.  Recuerdo al menos dos mujeres con las que no quise volver a quedar por esa razón, que obviamente no les revelé.

 Con una de mis parejas estables tuve ese problema. Afortunadamente era una de las pocas mujeres que tenía orgasmos vaginales con facilidad, de modo que pude sortear la cuestión prescindiendo de hacer sexo oral por mi parte. No obstante, no dejaba de ser una lamentable renuncia a una indiscutible fuente de placer y un empobrecimiento de la vida sexual de pareja.

You can't always get all what you want...






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