lunes, 15 de diciembre de 2014

Cuidado con lo que deseas.

Pareja y amante. Ese era mi deseo. Una mujer para el día a día, una relación estable, con cariño, disponibilidad. Hace meses que la tengo, y es una relación satisfactoria, una persona muy fácil, alegre, de buen carácter, poco exigente, independiente. Físicamente atractiva, delgada, bonita cara, preciosa sonrisa. A menudo despierta envidia entre las mujeres y deseo en los hombres.

Es un placer disfrutar de su cuerpo fibrado, su piel suave. No es una bomba sexual, no es especialmente morbosa , pero está siempre dispuesta, sin exigir mucho a cambio.

(Hago un inciso aquí sobre los mitos del deseo sexual de las mujeres:
Tradicionalmente se dice que los hombres siempre pensamos en sexo, y que las mujeres son a menudo reticentes o que su deseo sexual es menor.
Yo he estado hasta ahora con treinta y cuatro mujeres, y puedo afirmar que el 99% de ellas tenían tanto o más deseo que yo. Jamás una mujer me ha dicho “me duele la cabeza, hoy no hay sexo”. Más bien al contrario, muchas de ellas quieren sexo diario, o varias veces al día. Excepto algunas de ellas, los días que tienen regla. Y muchas veces ni eso. Así que yo, que nunca he sido de sexo diario, sino de unas tres veces  por semana, más bien he tenido que poner yo excusas a ellas que ellas a mi. En fin, supongo que Dios da pan al que no tiene hambre, no sé.)

En cuanto a mi pareja, teniendo en cuenta que mi especialidad es el sexo oral,  está bastante satisfecha. Suele tardar unos veinte minutos en llegar al orgasmo, cosa que alguna vez me obliga a echar mano de buenas dosis de paciencia y perseverancia, pero ya estoy bastante acostumbrado. Mi pareja anterior le sucedía algo parecido, por lo que ya estoy sobradamente aleccionado en estos quehaceres.

(Y aprovecho para puntualizar que esto del tiempo de las mujeres para alcanzar el orgasmo depende mucho más de ellas mismas, de su cuerpo y de su estado psiquico, que de las habilidades de su amante. Hombre, algo influyen, claro, pero yo he hecho lo mismo con distintas mujeres y unas se corren en 5 minutos y otras en 20).

Por lo demás no estoy especialmente dotado, y además me acerco a los cincuenta, las cosas ya no son como antes. Ella es complaciente, aunque no tan viciosa como otras mujeres que he conocido.

En resumen, me diréis quizá, ¿y no tienes bastante? ¿Qué más deseas? Bueno, no sé qué más deseo, pero pasados unos meses, aunque estoy a gusto con ella, el caso es que me sobra tiempo para aburrirme. Y ya se sabe... la cabra siempre tira al monte. Como decía J.A. Marina en un artículo suyo:

“Evitar el aburrimiento es un deseo poderosísimo e insistente, que propicia la aparición de espejismos amorosos. El tedio, que es la forma confortable de la infelicidad, confunde la felicidad con la intensidad, y la intensidad con la excitación. El infiernillo pasional, la esgrima de la seducción y la conquista, los fogoncillos de la incertidumbre, entretienen mucho y son un contundente antídoto contra el aburrimiento."

A mi espejismos amorosos se me aparecen pocos, sé muy bien a qué jugamos. Pero como entretenimiento, opino que el juego de la seducción es imbatible.
Así que formulé mi deseo, y hete aquí que se hizo realidad: Ahora tengo pareja, y amante.

Una mujer casada, atractiva, qué digo atractiva. Impresionantemente atractiva, sexy y sensual. Que inexplicablemente se siente atraída por mi. Bueno, esto me ha sucedido otras veces, y nunca lo he acabado de entender, por eso digo inexplicablemente, pero bueno, dejémoslo. El caso es que es cierto, no lo he soñado. (Ella sí sueña conmigo:Mi sueño ha acabado despertándome... con un orgasmo..... Uff no me lo puedo creer, después de la caña que me diste. Tú aparecías en él.”)

Bien, pues ahi lo tienes. El paraíso. El sueño hecho realidad. Mi ego subiendo como la espuma. Confieso que sí, que llevo unos días eufórico, aunque un tanto desesperado por no poder contárselo a nadie. 
Ahora bien amigo, ahora te toca mantenerlo... ¿seré capaz de satisfacer a estas dos ávidas hembras sin que mi ego sucumba en el intento? 

Ya os iré contando...

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Ese del Espejo tardas mucho en seguir contando . Puede que sea porque tu ego ha sucumbido en el intento... Estoy ávida por saber como continua tu singladura por los dos mares: el calmado y el agitado.
    Saludos de una seguidora que sucumbe ante tu suma de palabras.

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  3. Hola, amable seguidora… Me halaga despertar tu avidez.
    Entono el mea culpa, es cierto que vengo poco por aquí. Pero tu presencia es un estímulo, intentaré enmendarme.
    Saludos...

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  4. Hola, de nuevo,
    Seguro que los meses estivales te han regalado más de una nueva experiencia a compartir. ¿Te has enmendado?
    Saludos des de el otro lado del espejo...

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    1. Hola Medeia. Publiqué algunas historias, ya antiguas, en Agosto 2015, en la entrada "Nunca te acostarás con una top model".
      Por lo demás, estoy retirado del mundanal ruido.
      Aunque… me intriga tu interés… Cuéntame algo de ti...

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